07 octubre, 2012

Las páginas de la memoria


En varias entradas de este blog he hablado del fusilamiento de mi tío abuelo Paco frente a las tapias del cementerio de Granada:






Allí fusilaron a más de 4.000 personas durante la represión franquista, pero el castigo a sus familias se prolongó durante décadas. Las madres de los asesinados no pudieron llorar su dolor en público, hasta el luto les fue prohibido. El silencio se ha perpetuado hasta hoy.

No había nada en esa tapia que recordara el pasado. Durante los últimos años, las Asociaciones de la Memoria habían colocado allí una pequeña placa que recordaba a los fusilados, pero al Ayuntamiento de Granada, gobernado con mayoría absoluta por el Partido Popular, parece incomodarle mucho  el recuerdo y la retiró cinco años seguidos. Cada julio se repetía la historia, el 18 colocaban la placa y sólo unas horas más tarde el Ayuntamiento mandaba quitarla.

El pasado mes de marzo la Junta de Andalucía declaró la tapia “lugar de la memoria”. El viernes pasado se señalizó por fin con una placa que recuerda a las víctimas del franquismo asesinadas en la tapia por defender la legalidad democrática. Esta vez nadie podrá quitarla.


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La memoria sigue escociendo a muchos, que se han inventado un adjetivo: guerracivilista para arrojárselo a todos los que tratan de negarse al olvido. Pienso que hay que pasar página y mirar al futuro. No podemos estar siempre anclados en las viejas historias y mucho menos utilizarlas de forma indebida, pero antes de pasar página, hay que leerla para aprender de los errores del pasado.



Hace pocas semanas, la muerte de Santiago Carrillo hizo que se volviera a hablar del espíritu de la transición. Él fue un buen ejemplo de ello: renunció al pasado y miró al futuro. Muchos como él lo hicieron en aras del retorno de un sistema democrático y para cerrar viejas heridas. Ese espíritu fue necesario entonces y lo sigue siendo hoy que, en la peor situación de la historia reciente de este país, parecen imposibles los acuerdos para construir un futuro mejor, pero eso no debe ser incompatible con la memoria y, precisamente por ello, debe recordarnos hacia donde caminan los extremismos.

Han tenido que pasar 76 años desde aquellos lamentables hechos -36 de democracia- para que se honre por fin a las víctimas.

Registro de defunción de Francisco Álvarez López


En recuerdo de Paco Álvarez López, fusilado a las seis de la mañana del 22 de Octubre de 1.936 junto a otros treinta y nueve hombres.



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