“No sé quien dijo que los novelistas leemos las novelas
de los otros sólo para averiguar cómo están escritas. Creo que es cierto. No
nos conformamos con los secretos expuestos en el frente de la página, sino que
la volteamos al revés para descifrar las costuras. De algún modo imposible de
explicar desarmamos el libro en sus piezas esenciales y lo volvemos a armar
cuando ya conocemos los misterios de su relojería”.
Gabriel García Márquez.
En unas horas mi blog
alcanzará las setenta y cinco mil visitas, una cifra insignificante, minúscula,
perdida en el tráfico que genera la red, pero cuando empecé a escribir aquí, en
abril de 2.009, no podía imaginar todo lo que iba a pasar: las historias,
algunas muy cercanas y otras desconocidas, que despertarían del cajón del
olvido para emocionarme; los personajes que conocería y que no iban a caber en
la novela que escribo; las lecturas
maravillosas de las que iba a disfrutar y aprender en igual medida…
De las 232 entradas que
forman parte hoy de este blog, una de ellas ha acaparado casi una cuarta parte
de las visitas, hasta el punto de que hoy, cuando alguien introduce en el
cuadrado de google novelas sobre la guerra civil, el océano de
internet y el viento con el que sopla el azar de las tendencias les arroja a
este entrada:
Desde julio de 2.010 ha ido
acumulando visitas, pero lo cierto es que, en todo ese tiempo, he creído que
aquella lista destacaba sobre todo por las ausencias, que he tratado de paliar
con más lecturas y más entradas en el blog. Ahora las agrupo aquí, junto con un
link para aquellos que quieran leerlas completas:
La
noche de los tiempos, de Antonio Muñoz Molina: La
trama se teje a través de continuos saltos en el tiempo, conformando un puzle
por el que se mueven unos personajes construidos gracias a infinitas capas de pintura,
todas ellas suaves, pero que acaban definiendo un trazo fuerte que los define
de forma rotunda. Y todo ello contado desde la voz de un narrador protagonista
que nos relata, en presente y en primera persona, una historia que ha pasado
durante los últimos meses, los previos a la guerra y los primeros de la misma,
sin perder en ningún momento el foco necesario. El destacable el esfuerzo que
hace su autor por tratar de meternos en la mente de aquellas personas normales,
que ven como su realidad cotidiana se hace añicos en mitad de la espiral de
locura. http://bit.ly/1aMn5bp
Inés
y la alegría, de Almudena Grandes: La historia se cuenta, en primera persona, a través de las voces de tres
narradores. Las dos primeras son las de la pareja protagonista: Inés y el
hombre de su vida, Galán, un excombatiente republicano que se niega a rendirse.
Ambos van enlazando la trama a través de escenas que se complementan, cosiendo
los diferentes puntos de vista, que ayudan a tener una visión más global, más
rica de lo que ocurre. La tercera voz es la de la propia escritora que cuenta
directamente los hechos políticos que acontecen alrededor de la ficción. Este
intervencionismo omnisciente de la autora puede sorprender, máxime porque son
incisos muy claros que van separando, o quizás me atrevería a pensar que
uniendo, la realidad histórica y la inventada. Pero la propia Almudena lo aclara
en las últimas páginas, aunque los personajes históricos se mezclan con los que
proceden de su invención y logran interactuar para explicar la trama, ella no
puede resistirse a contar a través de su propia voz unos hechos reales que, por
desconocidos y novelescos, casi parecen inventados: la historia de cuatro mil
republicanos españoles, que después de participar en la expulsión de los nazis
del territorio francés, deciden cruzar los Pirineos con el objetivo de extender
la confrontación, que se libraba en todo el mundo, a a su propio país. http://bit.ly/1d3PvQM
Riña
de gatos de Eduardo Mendoza y Donde nadie te encuentre de Alicia
Giménez-Barlett: ambas para mí son dos novelas fallidas. http://bit.ly/1faD206
A
sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales: En las páginas del prólogo, de esta colección de nueve
relatos, podemos encontrar algunas de las opiniones más lúcidas sobre nuestra guerra
civil. “Cuento lo que he visto y he
vivido más fielmente de lo que yo quisiera.” Desde su exilio en un arrabal
parisino, rodeado de los desarraigados de toda Europa, que habían llegado hasta
allí huyendo de todos los totalitarismos, Chaves nos describe una galería de
personajes que nos hacen tener una visión coral de lo que estaba pasando. Lo
hace lejos de posturas maniqueas. La locura de la guerra no distingue entre
buenos y malos. En todos los bandos siempre aparecen personas despreciables que
aprovechan el momento para ejecutar sus acciones más ruines, también los
idealistas que tratan de defender una causa mientras se desmorona ante los
ataques de todos. Chaves los retrata como nadie ha conseguido hacerlo. http://bit.ly/1kqjB3U
Homenaje
a Cataluña, de George Orwell: La voz narradora en primera persona de su autor nos cuenta los
hechos de los que había sido no sólo testigo directo, sino también
protagonista. Lo extraño es que para ello no utiliza el presente, un tiempo
verbal que puede llegar a ofrecerle a un novelista mayor cercanía y
credibilidad y que, probablemente, se acercaba más a aquellos acontecimientos
tan próximos. Orwell despliega, a través del pasado, una historia que puede
parecer muy remota, como si hubiera ocurrido mucho tiempo atrás. Aunque sólo
habían pasado unos pocos meses, la intensidad de los sentimientos vividos, el
dramatismo de la historia, la amargura frente a las diferentes derrotas que se
estaban produciendo, le resultaron un espacio de tiempo demasiado grande y le
ofrecieron un punto de vista magnifico desde el que narrar. En esa distancia,
logró tener cabida, con una enorme proximidad para el lector, ese poso de
desengaño que destila el texto. http://bit.ly/18NqufZ
Luna
de lobos, de Julio llamazares:
Esta
novela es pura poesía. La estructura gramatical, la puntación, el uso del
lenguaje, todo en ella está marcado por una cadencia que acompaña con suavidad
al lector a lo largo de su capítulos. El estilo es magnífico, genera una voz
propia, distinta. El vocabulario está cuidado, adaptado al mundo que nos quiere
contar. En el lirismo de ese entorno se produce la lucha más instintiva, la más
cotidiana, la búsqueda de la supervivencia. En esa dualidad, a medio camino
entre la belleza y la hostilidad, transcurre la subsistencia desesperada de
cuatro antiguos combatientes republicanos que, tras la derrota, tratan de
encontrar refugio para algo tan simple, y a la vez tan difícil en aquel
contexto histórico, como era seguir con vida. http://bit.ly/1aMeS77
El
lector de Julio Verne, de Almudena Grandes: Es una narración
sobre el maquis, sobre los hombres que se echaron al monte después de la
guerra, pero la vemos a través de los ojos de Nino, un hijo de guardia civil.
Gracias a su mirada infantil, que evoluciona de forma continua, nos acercamos
mejor a las contradicciones, a una lucha en la que los dos bandos comparten las
mismas miserias, parecidos miedos, donde los verdugos no siempre tienen
capacidad de elegir y a veces descargan su brutalidad no sólo por motivaciones
políticas sino también a causa de sus inmensas frustraciones. Una voz narradora
maravillosa. http://bit.ly/1gQviAP
Réquiem
por un campesino español: En la iglesia vacía, a punto de
celebrar el réquiem por un campesino, un año después de su fusilamiento, Mosén
Millán repasa la vida de Paco, casi un hijo para él. En los minutos de la
espera vemos, a través de la mirada del sacerdote, los hechos más
significativos de la vida del protagonista que transcurren durante la Primera
República y los primeros días de la guerra. Relectura de la primera novela que
leí siendo casi un niño para descubrir la maestría en el uso del tiempo
narrativo. http://bit.ly/18Nq4pU
También me gustaría recomendar
la Trilogía de la Guerra Civil, que reúne tres obras de Juan Eduardo Zúñiga: Largo noviembre de Madrid, Capital de la gloria y La tierra será un paraíso,donde se recogen una variedad de relatos que componen un
gran mural, pleno de matices y miradas diferentes sobre el conflicto o La
defensa de Madrid de Manuel Chaves Nogales, una de las mejores y más realistas
crónicas del asedio de la capital.
Le he oído a varios
escritores, a algunos de los que me gustan mucho, decir una cita de Chesterton:
“La literatura es un lujo: la ficción, una necesidad”. En estos años de plomo,
en los que la crisis económica ha llenado la realidad de una grisura casi
insoportable, necesitamos más que nunca que nos cuenten historias, algo tan
antiguo como la humanidad.
A veces la literatura puede convertirse en un lujo: cuando era un
adolescente miraba los escaparates de las librerías con un deseo que mi
bolsillo no podía saciar. Afortunadamente la
juventud es un ca bnmpo por arar que
acepta todas las semillas y las bibliotecas públicas estaban llenas de ellas.
Los libros prestados tienen un sabor especial que no puede comprarse. Luego mi
pequeña biblioteca fue creciendo con los años y recuerdo la época de bienestar
en la que podía salir con una bolsa llena de libros, lecturas en abundancia que
no siempre me gustaron. Ahora que la crisis obliga a desprendernos de muchas
cosas, no siempre innecesarias, he recuperado el sabor de los libros prestados
y de las relecturas, a darle una segunda oportunidad a los libros inacabados.
Ahora que el otoño comienza a ser frío y gris siempre nos queda la posibilidad
de zambullirnos en alguna historia maravillosa. Las
que están ambientadas en la guerra civil o la posguerra suelen ser duras, apasionantes
y están llenas de personajes que tratan de sobreponerse a una realidad hostil,
aunque no siempre lo consigan. Por eso, hoy más que nunca, me parecen novelas
maravillosas.
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Hola José María. He leído casi todos estos libros de tu segunda lista excepto a Almudena Grandes a la que he cogido una gran manía. Es de esos escritores que se han quedado en su cajón y jamás alzan la cabeza para intentar ver más allá de su ideología. Pero en fin… Me apunto a Zúñiga y su trilogía del que estuve a punto de pedirlo en Círculo.
ResponderEliminarOtro que tengo pendiente es a la gran novela de Antonio Muñoz Molina. Siendo un incondicional de su literatura me daba miedo su gran dimensión, esas ochocientas y pico páginas.
Lo que no termino de entender es por qué has incluido a Vida y Destino en este listado, de la primera parte.
Me gustan mucho tus reseñas. Y en hora buena por esas miles de visitas. Por mucho que digan siempre habrá muchas personas interesadas en la gran tragedia que supuso la Guerra Civil.
Así a bote pronto recordaría estas novelas que no he visto en tus listas:
La Guerra del General Escobar de José Luis Olaizola. Emocionante y triste hasta las lágrimas.
Ceremonia de un teniente abandonado de Fernando Arrabal. La desaparición de su padre en los primeros días del alzamiento, en Melilla.
Sólo el hecho de que escribas "uno de esos escritores" para referirte a una ESCRITORA, ya dice mucho de quién no sabe ver "más allá de su ideología". Todas las escritoras y escritores tienen su ideología, como el resto de personas (y pobre del que no la tenga). Muchos de los que has nombrado tienen una ideología de izquierdas mucho más definida que Almudena Grandes. Decir que no te gusta Almudena Grandes porque no sabe apartarse de su ideología, cuando lleva media vida apoyando a Izquierda Abierta, que se ha caracterizado siempre por su anticomunismo dentro de IU y su tendencia socialdemocrática, desgraciadamente para algun@s, es no tener ni idea de lo que se está hablando. Más bien, lo que se percibe en todo tu post es un tufillo machista del que no pareces ni ser consciente.
EliminarHermi:
ResponderEliminarAgradezco tus comentarios. A mi Almudena Grandes me encanta como escritora, aunque reconozco que está muy sesgada por la ideología, pero, a fin de cuentas, ¿quien no lo está? Precisamente ese "sesgo" hace que cuente las historias con gran pasión. Los novelistas no son historiadores y tiene derecho a ser subjetivos con sus historias. La última novela de Muñoz Molina a mi me parece uno de sus mejores libros, aunque yo soy de la opinión que a un libro de mil páginas casi seguro le sobran algunas. Pero vuelvo a defender la libertad del escritor, en este caso para darle el recorrido y tamaño que quiera para su historia. Vida y destino no es una novela sobre la guerra civil y, siendo purista no debería estar en esa lista, pero creo que es la mejor novela sobre la guerra que he leído y no me pude resistir a incluirla en la lista. He estado a punto de cometer el mismo pecado en esta segunda relación con Los pájaros amarillos de Kevin Powers, una magnifica primera novela que transcurre en la Guerra de Irak, pero esta vez me he frenado. No he leído La Guerra del General Escobar, pero si que conozco su historia porque tuve que documentarme sobre la primera acción de esa ofensiva, una desembarco republicano en Motril que acabó frustrándose y con ello toda la operación, en esa ofensiva participó mi abuelo y lo recogí en otra de las entradas del blog. A mi con Arrabal, me pasa como a tí con Almudena Grandes, me daban mucha grima sus opiniones y sus poses, pero es un error juzgar por eso a un escritor y debería darle una oportunidad
Hola José María:
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog y por la selección de libros, me parece muy interesante. Me permito recomendarte un libro de reciente publicación, de un testigo directo y en primera fila de los acontecimientos más importantes de la Guerra Civil. Se trata de "Testimonios y remembranzas. Mis recuerdos de los últimos meses de la guerra de España (1936-1939)" de Fernando Rodríguez Miaja, sobrino y asistente personal del general José Miaja, máximo responsable de la defensa de Madrid.
Para abrir boca me permito recomendarte también, a tí y a todos tus seguidores, la entrevista que concedió a una televisión on line, TmEx. Te dejo el enlace.
Muchas gracias por tu trabajo y de nuevo mis felicitaciones
http://www.tmex.es/conversacionex-con-la-historia-fernando-rodriguez-miaja/
Agradezco tus palabras y tu recomendación. Sobre la defensa de Madrid hay una magnifico libro del mismo título de Chaves Nogales que publicaron hace apenas un año y que es maravilloso
EliminarBuenas. he leido las dos listas y creo que falta el ganador al Premio Nobel de Literatura, Ernest Hemingway y sus novelas ambientadas en la guerra civil española.
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