05 febrero, 2016

Poemas para beber de un sólo trago

La poesía tiene el sabor intenso de las bebidas fuertes. Destila los sentimientos más puros, los más apasionados. Por eso, es la compañía perfecta para las noches difíciles, en las que no hay compañía posible, sólo silencio, soledad y palabras escritas.

En noches como ésas se agradecen algunos poemas que pueden beberse de un solo trago, pero que luego dejan un estado tan necesario para poder sobrellevar ciertas realidades difíciles de pasar por la garganta, poemas escritos por otros que expresan sentimientos propios.

Algunos prefieren emborracharse con alcohol. Yo he pasado las últimas noches leyendo poemas, esos poemas maravillosos que fui  olvidando por las estanterías con el paso de los años. Al menos a la mañana siguiente no provocan resaca: … o eso creen algunos.
Si quieres comprobarlo ahí van varios ejemplos…

Los amantes tienen pasos de humo
Se alejan uno del otro como lo hacen
Los convidados oscuros que golpean los techos.
            Louis Aragón

Las palabras
sobran ahora que el dolor levita,
orza a estribor y pasa.
Es tarde y en tu espalda florecen los pañuelos.
Es así que el amor, el viejo amor,
el pobre amor tan viejo, tan torpe, tan cansado,
mira hacia el mar, entorna los postigos
y se tiende y reposa.
            Javier Egea

La vida no traiciona, sólo existe
de un modo diferente al esperado
y es justo que se cuide, pues la cito
cuando tengo interés en malgastarla.
            Luis García Montero

Así que cuando sufras –y lo harás-
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizás ingrato.
Y aprende que la vida sólo tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota
Agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura
Felipe Benítez Reyes


Que dure un día un año un mes
es lateral en el amor
Que se acabe es su precio
Que duela su victoria
Seamos los servidores del amor
y jamás sus contables
            Félix Grande

Duelen más las heridas
al cerrarse.
Quedan restos de lluvia en la ventana.
El invierno se carga de razones.
Anay Sala

Un hombre lleno de febrero
ávido de domingos luminosos,
caminando hacia marzo paso a paso.
Ángel González

En el corazón de todos los inviernos
vive una primavera palpitante,
y detrás de cada noche,
viene una aurora sonriente


Nunca ha estado tanto tiempo alejado del blog. Es invierno y toca desbrozarlo,  corregir su dejadez, prepararlo para la primavera que, aunque le cueste, llegará y, con ella, brotarán flores nuevas, de colores más intensos. Es más fácil escribir cosas bellas cuando las heridas están abiertas y la imposible ternura busca refugio en las palabras.